Había una vez una generación de videojuegos que eran capaces de expresar magia en unos cuantos pixeles, colores y melodías. Esa vez que una vez hubo queda ya muy lejos. Hoy todo adquiere un matiz más realista y aunque el mercado ofrezca mundos multicolores y oníricos, la tendencia es asemejar esos mundos a la realidad. También ocurre que la potencia técnica que ofrece un videojuego es un reclamo casi definitivo a la hora de calificar su calidad y, por tanto, casi que se vuelve obligatorio ofrecer una propuesta visual potente para que el título no pase desapercibido.
Había una vez también que esto que hoy definimos como antiguo y pasado de moda fue el último grito en potencia y tecnología. Y hay una vez que una compañía que antes era religión y que últimamente no se sabe bien hacia dónde va, se ha atrevido a modernizar el pasado y a crear Octopath Traveller para Nintendo Switch. A mí me ha parecido una apuesta arriesgada, aunque Switch juegue en otra liga, aunque no presuma de las texturas definidas al milímetro de sus rivales, crear un videojuego con sabor clásico, algo que no se sabe cómo será recibido. Porque los que llevamos mucho tiempo jugando nos hemos podido modernizar también y adaptar a los tiempos nuevos, despreciando lo que un día nos enamoró. O bien nos hemos podido quedar con esa nostalgia del pasado, donde cada videojuego contenía su hechizo multicolor y sabía transmitir una historia aunque solo hubiera que dar saltos. En este último grupo se encuentra un servidor. Y Octopath Traveller tiene más de doscientas cincuenta horas echadas para tener una idea de lo que ofrece.
UNA HISTORIA QUE ENAMORA DE PRINCIPIO A FIN.
Comenzamos con la obligación de elegir un personajes de entre ocho. Hay un guerrero, un boticario, un ladrón, una comerciante, una clériga, una bailarina, un erudito y una cazadora. Olberic, Aflyn, Therion, Tressa, Ophilia, Primrose, Cyrius y H'annit, si queremos nombres propios. Elijamos el que elijamos empezaremos con él únicamente y a lo largo del viaje se irán uniendo el resto. El juego te va guiand hacia los lugares donde encontraremos a los demás personajes. En mi caso, empecé con Aflyn y de ahí tuve que ir al desierto donde encontré a Primrose, con la que hice un pacto, ayudé y se unió al viaje. Y así con todos los demás. Podría haber empezado con otro personaje y el orden hubiera sido diferente, pero el objetivo del juego es el mismo: Completar la misión de cada uno de los ocho personajes. Para ello, la historia de cada personaje se divide en cuatro capítulos y tendremos que completarlos todos. A lo largo de este viaje vemos nexos que unen a los personajes entre sí y finalmente, ayudándose los unos a los otros, cada uno completa el objetivo que se marca al comienzo de su historia.
Una vez se complete la historia de cada uno de los personajes, o incluso cuando la historia de cada uno esté lo suficientemente avanzada, podemos acceder al que se denomina final verdadero del juego. Abrir la Puerta de Finis y enfrentarnos a un jefe final que pone en duda esas afirmaciones de los que dicen que el juego es muy sencillo. Que lo es, es cierto, pero la Puerta de Finis te obliga a tener a los personajes a un nivel similar y preferiblemente del 80 para arriba. Este añadido le da más vida al juego y aclara algunos aspectos que durante la historia de cada uno de los personajes pueden haber presentado alguna duda.
Esta es la historia que ofrece Octopath Traveller. Ahora, veamos lo demás.
GRÁFICOS Y NIVEL TÉCNICO DE LA ESCUELA VIEJA.
Que Switch no es un portento de potencia lo sabemos todos. Suelo leer muchas críticas y hasta burlas hacia ella por este tema. En este caso, el juego no necesita nada más. Ha salido en PC y no lo he probado, no soy jugador de PC, pero no creo que mejore lo que visualmente ofrece Switch. Octopath Traveller presenta un apartado técnico de 16 bits. En consolas de Nintendo, esto quiere decir de cinco generaciones atrás. Unos sprites simpáticos, unos escenarios coloridos y otros sombríos, los típicos mundos RPG de desiertos, bosques, zonas nevadas, zonas montañosas y todos esos paisajes que los que hemos y solemos jugar con RPGs desde el comienzo, sabemos que son muy comunes. Cumplen a la perfección. Octopath Traveller no pretende nada más.
MÚSICA PARA ESCUCHAR JUGANDO Y PARA DESPUÉS TAMBIÉN.
La banda sonora de Octopath muestra melodías suaves que son capaces de transmitir lo que el escenario encierra. Recuerdo Bravely Default, en la Tierra de los Inmortales, cómo la melodía del mismo nombre consigue transmitirte el frío y la melancolía que esa tierra desprende. Aquí sucede algo parecido. La banda sonora se convierte en un complemento directo en el arte de transmitir emociones. Hay variedad, melodías suaves, más duras, más rockeras, más melódicas... Todo va a depender del escenario en que te encuentres. Y es muy probable que alguna de ellas, sean cuales sean los gustos, se te quede en la cabeza como melodía de cabecera. A un servidor se le han quedado todas.
TURNOS, ESTRATEGIAS Y POCO MÁS.
Empezamos la partida. Un servidor quiere llorar ante tanta nostalgia de aquella época de hace más de veinte años, cuando lo que está viendo en este momento era un tesoro difícil de encontrar en Occidente y que había que tirar del mercado de importación para poder disfrutarlo. Cada personaje tiene un trabajo y cada trabajo unas características específicas. Pero todos los personajes pueden atacar con su arma y defenderse. Estos dos son los comandos básicos del juego. Y también es verdad que son los que menos se usan. Las habilidades de cada trabajo le dan variedad a u estrategia y es posible que experimentes mucho con ellas a lo largo de tus combates. Y el añadido heredado de Bravely Default, pudiendo "almacenar" turnos para lanzar hasta cuatro ataques a la vez, es un extra que hace que la experiencia ofrezca posibilidades para no aburrir ni hacerse monótona y repetitiva. Comprar todas las armas o robarlas cuando tengas ocasión, armaduras y objetos también te llevará un tiempo y es una experiencia que, además de necesaria, mejora los combates y facilita la tarea. Y poco más. Guiar al personaje hasta su destino y elegir comandos. Aquí no hay que aporrear botones ni pulsar en el momento justo. Aquí tomas tus decisiones y das órdenes. Como ocurre en todo, esto puede ser una ventaja o un inconveniente porque depende de lo que prefiera cada uno. A mí me gustan los turnos y he disfrutado mucho con las estrategias y todas las opciones que te dan los personajes. H'annit, por ejemplo, te permite cazar enemigos y usarlos luego. Lo único que considero mejorable es el sistema de desarrollo de los personajes. A partir del nivel 90 suber el nivel es una pesadilla. Y aquí no hay una zona donde puedas conseguir experiencia indiscriminada. Aquí solo tienes a los gatos (Caits) que se van nada más verte, algo así como los limos plateados, y que tampoco es que ayuden mucho. Primero porque salen poco y segundo porque cuesta acabar con ellos. Contaré una experiencia propia que puede ocurrir una vez de cien mil. Con la técnica Gracia Confusa de Primrose, conseguí la ventaja de EXP x 100 y conseguí acabar con un Cait grande. El resultado fue medio 284000 de puntos de experiencia. Pues bien, estaba en el nivel 92 y no llegó al 93. Si no recuerdo mal, había que adquirir 400.000 puntos de experiencia. Imaginaos lo desesperante que resulta subir el nivel si te tienes que tirar al menos 5 horas eliminando enemigos para subir 1. Es la única pega que le pongo al juego.
CONCLUSIONES.
Después de bastante tiempo de haberlo terminado, Octopath Traveller sigue siendo una referencia. Escuchas su nombre y te vienen la mente las melodías, las historias y la belleza de todo lo que encierra Osterra. Es un juego nuevo que sabe a viejo, sí, con un sistema de combate que causaba furor en los noventa y que ahora tiene tantos defensores como detractores. Dar una nota a un videojuego, así como a cualquier cosa, es una estupidez, porque va a depende de tu sensibilidad el impacto que algo cause. Por ese motivo, tienes que preguntarte algo antes de animarte a probar Octopath Traveller. ¿Te gustan los RPG clásicos con combates por turnos? Si la respuesta es sí, éste videojuego va a quedarse contigo. Si eres de los que prefieren la acción en tiempo ral, o, sencillamente no te gustan los RPG, hay más sirenas en el mar. A un servidor le tocó todo lo que se puede tocar, más de doscientas horas intentando ganar nivel para completar la Puerta de Finis, confirman que si se le echa tanto tiempo a algo, ese algo merece la pena. Y Octopath Traveller, la merece. Mucho.