miércoles, 6 de abril de 2016

Un recuerdo insuperable: Super Mario World



Si un personaje ha sabido reinventarse para protagonizar cualquier historia, yo diría que es Mario. De hecho, ha sabido hasta reinventar su nombre, de Jumpman a Mario y cambiar de aspecto sin que su esencia haya disminuido. Cada generación de máquinas de Nintendo ha traído su correspondiente Super Mario y no ha dejado indiferente a ningún aficionado. Quedan anécdotas y debates como para escribir memorias interminables y recuerdos infinitos de sensaciones vividas junto a este personaje nada extraordinario a simple vista. Ya sea saltando de plataforma en plataforma, ya sea de fiesta, conduciendo karts, Mario deja huella.

Recuerdo la opinión que despertó Super Mario 64 en la crítica nacional. Leí artículos que afirmaban que la propia Nintendo se había arrepentido de la perfección alcanzada a una edad tan temprana de su nueva consola y hubo publicaciones que no se atrevieron ni a puntuar el juego (algo que aplaudí, pues una nota significa tan poco como un criterio universal en un mundo tan variado). Eso sí, Super Mario 64 era algo que proponía algo diferente a todo lo visto. Yo estoy de acuerdo, pero matizo el diferente, sin utilizar la palabra mejor. Jugar a Super Mario 64 fue algo distinto y posiblemente muchos estén de acuerdo con esas palabras. Compré la Nintendo64 el día el lanzamiento, haciendo algo poco inusual en mí (Sólo SNES y N64 han sido mías el día de su lanzamiento) y Super Mario 64 se vino a casa. Lo probé y vi que estaba ante algo diferente de lo que había visto hasta entonces, pero... ¿Perfección? Yo no diría esa palabra. Quizá por pillarme en plena evolución de la vida adolescente a la adulta, aunque ahora sea de nuevo un niño, Super Mario 64 no es el juego de Mario que mejores recuerdos me ha dejado. Ese título que diría sin dudar al responder a esa pregunta, sería Super Mario Galaxy 2, por mucho que segundas partes nunca fuesen buenas. Pero dejando abierta la puerta a entradas sobre estos dos juegos, un Mario que queda como una fábrica de sueños, un Mario que fue mi juego preferido durante dos años enteros y que ni siquiera Street Fighter 2 consiguió bajarlo de ahí, fue Super Mario World.

Super Mario World es un lienzo lleno de colores, de cerraduras y de posibilidades. Puedes hacer prácticamente todo, nadar, correr, bucear, volar... Y con apenas transformaciones, por lo que la esencia del personaje se mantiene. Tenemos el champiñón que nos convierte el Super Mario, la flor que nos permite disparar y la pluma que nos ofrece una capa con la que poder volar. Por supuesto, no falta la estrella que nos hace invencibles durante unos momentos, pero que no evitará que perdamos una vida si caemos por algún hueco entre plataformas.Encontramos cinco regiones extensas con multitud de escenarios. Alguno de estos puntos dentro de las regiones tienen dos salidas y debemos encontrarlas todas para poder ver los 96 mundos de los que consta esta aventura. Sin olvidar el Mundo Estrella, que además de difícil (ojo con la séptima fase del especial), ofrece unos escenarios realmente bonitos para los que gusten de cielos estrellados y ambientes oscuros pero iluminados con delicadeza. Tenemos varias vías para llegar al castillo de Bowser, donde Peach nos espera. Y para ello es necesario abrir alguna de las cerraduras especiales que hay esparcidas por los mundos, no sirviendo llegar al final de la línea de la meta en todas para que se nos abra el camino adecuado. A través del mundo estrella también podemos llegar a la entrada del castillo, pero acorta demasiado un viaje que no quieres que se acabe. Aunque con aquella edad no dude en usar el atajo nada más verlo, no hace mucho he vuelto a completar el juego con sus 96 mundos uno por uno y tengo que decir que Super Mario World es uno de esos juegos que no cansan y por supuesto, que nunca pasan de moda. para los jugadores clásicos.

En aquel lejano 1992 ningún personaje había respondido tan bien a las órdenes del pad como Mario. Todo era muy sencillo de hacer y con tres botones hacías todo. Este cartucho introdujo por primera vez el salto giro, con el que Mario (siendo Super o con la flor o la capa) podía romper algunos bloques que taponaban las tuberías que daban acceso a las cerraduras secretas. Y era tan sencillo como apretar un botón. Igualmente, la capa permitía volar distancias largas planeando, pulsando la cruceta en dirección contraria a la marcha, para que Mario planeara y alargara el vuelo. De esta forma podíamos encontrar una salida secreta en la mazmorra del Forest of Illusion, que según decían en la prensa de la época, subía la cantidad de mundos disponible hasta 97. Quizá mi cartucho estaba defectuoso, pero a pesar de que lo hice, la cifra se quedó en 96 bien marcadita en azul.

Super Mario World sigue siendo un referente en una lista personal. Y dudo que logre salir de ahí por muchos títulos que salgan. Ni la revolución que supuso Mario 64, logró repetir las sensaciones recibidas. Sólo la segunda parte de la serie Galaxy logró dejar una huella semejante, y no podría decir cuál de los dos me gusta más. Super Nintendo no pudo tener un debut más acertado en Europa. Sonic que abanderaba a la competencia con un título magnífico encontró un rival a su altura. Era muy difícil decidirse, y sólo el matiz soñador del usuario adolescente (casi todos por aquella época) permanecía fiel a la marca que había adquirido. Por suerte, pude disfrutar de los dos y los dos siguen siendo hoy recuerdos muy bonitos. Si esos recuerdos han durado 24 años, deben de haber dejado huella.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado el artículo (Soy Taitolau en twitter) y me has dado unas ganas tremendas de jugarlo en condiciones. Mi edad no me permitió apreciarlo en su día, aunque tengo recuerdos de Yoshi, que era mi preferido xD y s, para mí Mario 64 también es un juego para recordar y aún lo conservo con mucho orgullo :D

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    1. Muchas gracias por dejar tus impresiones ^_^.

      Tengo que reconocer que empecé a escribir esta entrada hace varios días y hasta esta tarde no la he terminado de dejar como quería (aunque seguramente haya algún error de esos que siempre se cuelan). A raíz de los tweets intercambiados, me llamaba la atención conocer tu opinión sobre este juego. Sí es cierto que su salida te cogió muy pequeñita pero después de ver tus gustos, pensé que este título marcaría fuerte los recuerdos. Si no lo has probado, hay muchas opciones, incluso si tienes una Wii o WiiU puedes descargarlo de la CV. Incluso hay un cartucho para GameBoy Advance que lo recrea a la perfección. O si no, cualquier emulador es bueno ^_^.

      Visto la marca que muchas joyas de 16 bits te han dejado y presintiendo lo que más te atrae de los juegos, no dudo que este título, a pesar del tiempo pasado, a pesar de todo lo que han evolucionado los juegos y que hoy un plataformas 2D sea algo poco atrayente, estoy seguro que te va a transmitir mucho.

      Me has dado una lección de memoria ^_^. Y es que ¡¡cómo me he podido olvidar de Yoshi!! Aquí fue su primera aparición y lo hizo para quedarse. Reconozco, aunque me gane enemigos, que no es un personaje que me atraiga demasiado... Pero también es cierto que tuve que usarlo en varias ocasiones para poder abrir todas las cerraduras y poder poner el casillero de mundos en el 96. En el mundo estrella conoceremos a los Yoshis de colores, que tienen habilidades especiales según qué caparazón se traguen.

      Este cartucho fue mi preferido hasta que llegó Secret of Mana. Y Secret of Mana ocupó el trono hasta que llegó Final Fantasy X. Mira que han habido títulos preciosos como Rayman, como Jax & Daxter, como World of Illusion, incluso los FF de PS, pero ninguno, aunque dejaron una huella imborable, fue capaz de transmitir lo que Super Mario World transmitió. A veces se lo achaco que no es lo mismo jugar con 13 que con 18-19, cuando las inquietudes cambian y percibes de otra manera.

      Ojalá que puedas disfrutarlo pronto. Creo que va a ser una experiencia que te va a merecer mucho la pena.

      Gracias por tus palabras ^_^.

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