No creo en las notas que los "expertos" dan a los videojuegos en los análisis de revistas y sitios webs. Y no creo por la razón, sencilla, de que esa nota representa la percepción individual de una persona con respecto a una creación. Hubo (y digo "hubo" porque ya parece que no lo hay) un tiempo en los que leer los análisis que se hacían en la prensa era algo similar a leer una historia de fantasía. Recuerdo haber leído con el mismo interés que mostraba al leer cualquier novela los artículos de Marcos García (The elf, para el público), Bruno Sol (Némesis, para el público) y José Luis Sanz (J.L Skywalker, para el público). Creo que ellos, en los comienzos de la prensa dedicada exclusivamente a las consolas en España, marcaron un camino que aquel que lo conoció, echa de menos en el panorama actual. No dudo que haya habido otros que hayan enfocado la realización de un análisis bajo este enfoque, pero yo no los conozco. Y sí conozco análisis hechos como verdades absolutas que pueden provocar un chasco platino en el usuario. Luego está el asunto de que un título cale o no entre los usuarios para determinar su éxito. Un videojuego puede tener una nota muy en líneas generales en todos sus análisis y luego ser un bombazo en ventas o un fiasco. Este factor influirá más que ninguno a la hora de determinar si ha sido un fracaso o un éxito. Títulos que no se sabe el motivo, venden muy bien y se pone de moda y títulos que después de un esfuerzo grande por parte de un estudio, no cala, pero que encuentran un público reducido que lo tiene como obras de culto de la que luego los especuladores se aprovechan y lo sueltan a precios desorbitados en Ebay (ejemplo de ese cartucho de Secret of Mana vendido por unos 15.000 Euros)
Quiero escribir sobre un título del que he oído hablar poco pero que me dejó una sensaciones inolvidables. Eternal Sonata.
Todo lo que lleve indicios de J-RPG tiene muchos puntos para atraparme, pero sin embargo, no leí un análisis entusiasta salvo uno allá por 2008 en la revista Super Juegos que hoy ya no está y fue el de la versión Xbox 360. Todo lo que leí sobre la versión de Playstation 3 decían de él que era un juego correcto. Pero tras ver esos escenarios llenos de colores, menciones a Chopin y que fuera un J-RPG, no me hicieron dudar a la hora de hacerme con él. Y no me arrepentí ni me arrepiento, pues aún lo conservo.
Si usara el lenguaje de una forma instintiva y descerebrada y si creyera en un criterio de calidad objetivo y universal, diría que este título ha sido de los más infravalorados de la historia. Aquí se cuenta el último sueño del pianista Fréderic Chopin antes de su muerte. Y el último sueño de este virtuoso del piano es un mundo lleno de luces y de sombras donde él mismo es un personaje que emprende el viaje por dicho mundo. El viaje me parece una delicia visual y sonora, con escenarios coloridos y escenarios sombríos formando un contraste atractivo. El cel-shading de los gráficos le da ese entorno de fantasía que este tipo de aventuras necesita y las melodías reflejan perfectamente el espíritu del compositor dándole un punto emotivo al desenlace de la aventura. El sistema de combate es el típico de los juegos de Bandai-Namco, tienes un tiempo para lanzar tu ataque o tomar decisiones de sanación de tus personajes y debes esperar un tiempo hasta que la barra se rellene y tengas de nuevo el turno de acción. En mi opinión no tiene el dinamismo que te da los combates en tiempo real, pero sí que me parecieron dinámicos y divertidos (joyas posteriores como Ni No Kuni, también de Namco Bandai y desarrollado por Level5), mantienen el mismo sistema de combate). El elenco de personajes es amplio, llegando a juntar a doce personajes diferentes, cada uno con su historia que saben empatizar con el jugador de forma distinta entre ellos. Personalmente, el dúo Polka-Allegreto es mi preferido. Siempre que era posible estaban en mi equipo no porque no hubiera personajes más completos, sino porque me encanta lo que transmiten en equipo. Si uno de los dos me falta, podría prescindir del otro, porque contando con sólo uno, no es lo mismo. Otros personajes que me parecen interesantes son el propio Chopin, Crescendo y Serenata (Sereneda en la versión japonesa). Mi elección era, siempre que fuera posible, Polka, Allegreto y Chopin. Aunque cualquier personaje que llevara en mi equipo me gustaba, aquí no hay personajes que se me hayan atravesado.Durante unas 60 horas que duró este viaje, disfruté de unos escenarios de ensueño y lo más importante para mí, de una historia que se te tatúa en el alma. Cuando vi su análisis en Xbox360, llegué a considerar si merecía la pena para hacerse con la máquina sólo por éste y por Blue Dragon. Al final no lo hice pero celebré enormemente su aparición en PS3, que sí que contaba con ella.
Con Eternal Sonata me ocurrió lo que me ocurre con muchos libros. Cuando se acaba, queda una tristeza reflejo del final de un viaje maravilloso y la duda de si habrá otra ocasión para repetirlo. Y por este motivo, este título es muy grande. Habla alguien que no le dedica tiempo ni a GTA, ni a FIFA, ni a Call of Duty, porque no le transmiten la emoción de las buenas historias. Y todos los análisis que he visto de esos títulos, son de alabanzas. Es por lo que considero tan peligroso halar de incomprendidos o de sobrevalorados. Un análisis sólo refleja una opinión que quizá no sea compartida por nadie más y sólo sirven para saber si lo que plantea este o aquel juego, tiene los ingredientes para que te merezca la pena dedicarle tu tiempo.
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