viernes, 8 de abril de 2016
La última fantasía de Squaresoft: FINAL FANTASY X
Después de un periodo en el que apenas pude dedicar tiempo a esta afición, por falta de interés, por situaciones vitales, por el motivo que sea, volví a coger un pad de control con la mejor compañía posible. La época de los 32-64 bits, Playstation, Saturn y Nintendo 64 no habían conseguido transmitir la magia que existía en los circuitos de los 16 bits. A pesar de Chrono Trigger, Illusion of Time/Gaia, Secret of Evermore, Terranigma, Final Fantasy III (el sexto de la serie). A pesar de Final Fantasy VII, VIII, IX, Alundra, Chrono Cross, Zelda:Ocarina of Time, Zelda: Majorask Mask, a pesar de tantos sueños mostrados, Secret of Mana seguía ocupando el primer lugar en cuanto a sensaciones transmitidas. Seguro que más bien por motivos sentimentales que por criterio objetivo para analizar la calidad, pero después de tanto tiempo dedicado a muchas historias, no había vuelto a experimentar tanta emoción durante un viaje por mundos imaginarios. Tampoco tanta frustración por que su continuación (y su antecesor) se hubiesen quedado en tierras niponas. Secret of Mana parecía insuperable hasta que llegó Playstation 2 y la fantasía final de Squaresoft. Asociamos la letra X a asuntos de adultos y sobre todo a incógnitas misteriosas y en ocasiones irresolubles. Y la letra le vino muy bien a dicho título, porque a partir de ahí, la fantasía final ha dejado de ser fantástica. La incógnita no ha sido resuelta y nadie parece saber hacia donde va esta fantasía que ya rescató a Squaresoft en su día.
Sólo con escuchar la melodía del inicio, te invade la nostalgia, una melodía suave y delicada que te invita a escucharla. Al empezar, oyes el "listening my history" y asientes con la cabeza, quieres escuchar y ver lo que hay detrás de esa melodía. Después de pasar la pantalla de inicio, nos vemos envueltos en una atmósfera futurista, en una ciudad que parece no dormir, Zanarkand, que vive en el despilfarro de luces y pendientes del blitzball, deporte que llena estadios sea la hora que sea. Tidus es la estrella de los Zanarkand Abes y esa noche se disputa un partido importante. El partido empieza y justo cuando Tidus se dispone a realizar el primer disparo a portería, un monstruo enorme aparece y ataca la ciudad. En medio del desconcierto, tomamos el control de Tidus y nos encontramos con Auron, por lo visto, un antiguo conocido de nuestro personaje.Le entrega una espada con la que defenderse de lasa criaturas que han empezado a aparecer por todos lados. Empieza lo que se puede llamar el tutorial del juego, donde aprendemos los movimientos básicos de control. Tras unos cuantos combates, Shin, que así se llama el monstruo que ha aparecido, destruye Zanarkand y Tidus cae el vacío...
Comienza así una historia que todos los aficionados a la fantasía deberían conocer. Hasta ese momento, jamás había visto unos personajes tan definidos y con tanta personalidad como en este título. Desde que empezamos tras caer desde Zanarkand, hasta volver allí, conocemos personajes de todos los tipos y niveles. Todos con su historia y sus demonios y todos con un miedo común: Shin. Tidus se entera que en Spira se prepara invocadores para enfrentarse a Shin y tratar de eliminarlo. Shin es un castigo de los dioses que cada pueblo de Spira interpreta a su manera; unos dicen que porque se han usado máquinas que desgradan a Yevon, pero los que las utilizan, no dejan de hacerlo. En poco tiempo conocemos a la invocadora que se está preparando para enfrentarse a Shin. Esta es Yuna, hija de Braska, el último invocador supremo que consiguió derrotar a Shin y trajo lo que en Spira conocen como "El periodo de la calma", hasta que el monstruo vuelve a aparecer. Antes de encontrar a Yuna, encontramos a Wakka, un jugador de blitzball, capitán de los Besaid Aurochs, y es él quien nos lleva al poblado de Besaid, donde conocemos a Yuna, a Lulu y a Kimahri. Sus tres guardianes. En este momento vemos una de las secuencias que me parecen más hermosas del juego, Yuna envía a los difuntos tras el ataque de Shin para que puedan descansar. Danza descalza sobre la superficie del agua mientras mueve su cetro pidiendo a los dioses la calma para los caídos. Lulu. Kimahri y Wakka son los guardianes de Yuna como invocadora y todo parece estar preparado para empezar el peregrinaje a Zanarkand, a pedir a Yu-Yevon, a través de Yunalesca la invocación del eón supremo que ponga fin a la tiranía de Shin. Aparece Auron, aquel hombre que ayudó a Tidus cuando Shin atacó Zanarkand durante su partido de bliztball y se ofrece a ser guardián de Yuna, ya que Auron había acompañado a Braska durante su peregrinaje y propone que Tidus se una, en honor a Jecht, el otro guardián que acompañó a Braska en su peregrinaje. Y aquí comienza un viaje irrepetible.
Escribir sobre Final Fantasy X a mi juicio es perder el tiempo. Final Fantasy X es una experiencia que sólo entenderemos si la vivimos. Por muy increíble que nos digan que es el bosque de Macalania, por muy tranquila que nos digan que es Besaid o muy fría la región de Gagazet, no podremos hacernos una idea de lo que muestra realmente esta historia. Hay escenas para todos los gustos y cualquier persona seguro que encuentra la suya. Aquí se aprende a morir de amor con la escena de Macalania entre Tidus y Yuna, se aprende a sentir rabia ante la soberbia de Seymour y se aprende a sentir tristeza cuando se ve alguna despedida, a sentir simpatía por personajes que te ganan desde que aparecen como Rikku.
A pesar de que parezca mentira que algo me haya podido transmitir más que Final Fantasy X, hay un juego que lo ha superado (siempre hablando desde mi criterio, tan extraño y personal como diferente a las generalidades). Y es a pesar de todo lo que he dicho sobre Final Fantasy X, hay algo que no me hizo mucha gracia. Y fue los partidos de bliztball. Por fortuna para mí, sólo es obligatorio jugar uno y se dé el resultado que se dé, lo único que cambia es que antes de que se líe buena, los Besaid Aurochs aparecen con un trofeo o sin él. Se pueden conseguir objetos útiles ganando partidos y como entretenimiento, sería infinito. Sin embargo, a los que les guste por encima de todo la trama y la historia, no van a pararse a jugar a blitzball, con el partido que hay que jugar por fuerza, vamos sobrados.
Los controles son intuitivos y rápidos, el movimiento de los personajes, fluido y el colorido y el diseño de Spira, sencillamente sobresaliente. Y los personajes son un elenco que como grupo no pasará a la historia, a mí por ejuemplo, Wakka o Lulu son personajes que me dejan frío y que me transmiten muy poco. Por contra, Tidus, Yuna, Rikku y Auron son personajes que permanecen en todos los buenos recuerdos en cuanto a videojuegos se refiere. El último Final Fantasy de Squaresoft es éste. Ya el X-2 fue de Squeare-Enix y quien lo haya probado y completado sabe perfectamente que no es igual ni es lo mismo. Y muchos opinan que aquí se paró la saga. Personalmente me han gustado mucho todo lo que ha venido después, pero es cierto que de Final Fantasy sólo tiene el nombre. Hay unas expectativas enormes con el XV y ya no digamos con el remake del VII. Veo con más posibilidades de salir airoso al XV, pues el VII va a tener que luchar con la huella dejada en su día por el original, y esta historia, que apareció cuando esta industria más crecía, marcó demasiados recuerdos como para poder repetirlos. Las versiones HD de Final Fantasy X han sido prácticamente iguales, con la salvedad de que en la versión de PS3 se cargaron la banda sonora.
Final Fantasy X es justo un diez. Una historia que atrapa, un juego que absorbe, un control que engancha y unos personajes que se quedan contigo. Squaresoft no pudo tener una despedida más sobresaliente. Cuando acabas el juego tienes la certeza de que ahora sí, se ha conseguido alcanzar la fantasía insuperable, la última fantasía o la fantasía final.
miércoles, 6 de abril de 2016
Un recuerdo insuperable: Super Mario World
Si un personaje ha sabido reinventarse para protagonizar cualquier historia, yo diría que es Mario. De hecho, ha sabido hasta reinventar su nombre, de Jumpman a Mario y cambiar de aspecto sin que su esencia haya disminuido. Cada generación de máquinas de Nintendo ha traído su correspondiente Super Mario y no ha dejado indiferente a ningún aficionado. Quedan anécdotas y debates como para escribir memorias interminables y recuerdos infinitos de sensaciones vividas junto a este personaje nada extraordinario a simple vista. Ya sea saltando de plataforma en plataforma, ya sea de fiesta, conduciendo karts, Mario deja huella.
Recuerdo la opinión que despertó Super Mario 64 en la crítica nacional. Leí artículos que afirmaban que la propia Nintendo se había arrepentido de la perfección alcanzada a una edad tan temprana de su nueva consola y hubo publicaciones que no se atrevieron ni a puntuar el juego (algo que aplaudí, pues una nota significa tan poco como un criterio universal en un mundo tan variado). Eso sí, Super Mario 64 era algo que proponía algo diferente a todo lo visto. Yo estoy de acuerdo, pero matizo el diferente, sin utilizar la palabra mejor. Jugar a Super Mario 64 fue algo distinto y posiblemente muchos estén de acuerdo con esas palabras. Compré la Nintendo64 el día el lanzamiento, haciendo algo poco inusual en mí (Sólo SNES y N64 han sido mías el día de su lanzamiento) y Super Mario 64 se vino a casa. Lo probé y vi que estaba ante algo diferente de lo que había visto hasta entonces, pero... ¿Perfección? Yo no diría esa palabra. Quizá por pillarme en plena evolución de la vida adolescente a la adulta, aunque ahora sea de nuevo un niño, Super Mario 64 no es el juego de Mario que mejores recuerdos me ha dejado. Ese título que diría sin dudar al responder a esa pregunta, sería Super Mario Galaxy 2, por mucho que segundas partes nunca fuesen buenas. Pero dejando abierta la puerta a entradas sobre estos dos juegos, un Mario que queda como una fábrica de sueños, un Mario que fue mi juego preferido durante dos años enteros y que ni siquiera Street Fighter 2 consiguió bajarlo de ahí, fue Super Mario World.
Super Mario World es un lienzo lleno de colores, de cerraduras y de posibilidades. Puedes hacer prácticamente todo, nadar, correr, bucear, volar... Y con apenas transformaciones, por lo que la esencia del personaje se mantiene. Tenemos el champiñón que nos convierte el Super Mario, la flor que nos permite disparar y la pluma que nos ofrece una capa con la que poder volar. Por supuesto, no falta la estrella que nos hace invencibles durante unos momentos, pero que no evitará que perdamos una vida si caemos por algún hueco entre plataformas.Encontramos cinco regiones extensas con multitud de escenarios. Alguno de estos puntos dentro de las regiones tienen dos salidas y debemos encontrarlas todas para poder ver los 96 mundos de los que consta esta aventura. Sin olvidar el Mundo Estrella, que además de difícil (ojo con la séptima fase del especial), ofrece unos escenarios realmente bonitos para los que gusten de cielos estrellados y ambientes oscuros pero iluminados con delicadeza. Tenemos varias vías para llegar al castillo de Bowser, donde Peach nos espera. Y para ello es necesario abrir alguna de las cerraduras especiales que hay esparcidas por los mundos, no sirviendo llegar al final de la línea de la meta en todas para que se nos abra el camino adecuado. A través del mundo estrella también podemos llegar a la entrada del castillo, pero acorta demasiado un viaje que no quieres que se acabe. Aunque con aquella edad no dude en usar el atajo nada más verlo, no hace mucho he vuelto a completar el juego con sus 96 mundos uno por uno y tengo que decir que Super Mario World es uno de esos juegos que no cansan y por supuesto, que nunca pasan de moda. para los jugadores clásicos.
Super Mario World sigue siendo un referente en una lista personal. Y dudo que logre salir de ahí por muchos títulos que salgan. Ni la revolución que supuso Mario 64, logró repetir las sensaciones recibidas. Sólo la segunda parte de la serie Galaxy logró dejar una huella semejante, y no podría decir cuál de los dos me gusta más. Super Nintendo no pudo tener un debut más acertado en Europa. Sonic que abanderaba a la competencia con un título magnífico encontró un rival a su altura. Era muy difícil decidirse, y sólo el matiz soñador del usuario adolescente (casi todos por aquella época) permanecía fiel a la marca que había adquirido. Por suerte, pude disfrutar de los dos y los dos siguen siendo hoy recuerdos muy bonitos. Si esos recuerdos han durado 24 años, deben de haber dejado huella.
martes, 29 de marzo de 2016
Whirlo o Xandra no Daibōken: Valkyrie to no Deai. El poder de la nostalgia.
Como videojuego de 16 bits su desarrollo es simple. La historia comienza cuando una plaga asola la aldea de nuestro personaje y tras unas viñetas donde nos enseñan a la responsable de todo el desastre y las consecuencias del mismo (el hijo de nuestro personaje se enferma) salimos a un paisaje nevado armados con un tridente a intentar arreglarlo todo. El desarrollo es horizontal y recorreremos paisajes muy bonitos y coloridos junto a este personaje entrañable, mientras nos acompaña una banda sonora de ensueño, sobre todo la pieza que suena en Hunted Forest. Contamos con varios ataques, desde el simple golpe tridente a un golpe más potente si dejamos presionado el botón de ataque. También tenemos un super salto que hace lanzarse a nuestro personaje a por el enemigo mientras le rezamos a todos los santos por acertar porque de lo contrario, quedamos vendidos pero ese grito de mareo de Whirlo es tan entrañable que a veces me pegaba a conciencia por escucharlo. El único elemento que diversifica el avance lateral es un episodio donde a raíz de unas conversaciones con unos personajes y unas pistas que te dan, tienes que averiguar cuál es el personaje correcto para poder seguir avanzando. Por lo demás, es juego consiste en avanzar, eliminar enemigos y saltar para salvar plataformas. Puede parecer sencillo y monótono, pero en la época de los 16 bits, muchos títulos ofrecían "sólo esto".
Y aquí dejo la melodía (puede que la calidad del sonido no sea ideal, es un cartucho de 16bit, lejos de los soportes sonoros de hoy en día) que creo que refleja mejor la nostalgia que Whirlo deja en el recuerdo.
lunes, 28 de marzo de 2016
Kingdom Hearts y el momento oportuno
La historia nos cuenta la conexión que se produce entre mundos separados y las desapariciones de estrellas que esto provoca. La batalla entre la sombra y la luz ha roto la barrera de los mundos y la oscuridad se está apoderando de ellos con su ejército de sincorazón. Para volver a sellar los mundos y aislarlos como mundos independientes, necesitamos una llave. Y la llave es la que elige a su portador, y por supuesto, somos nosotros... Pero hay más sorpresas que se desvelarán a lo largo de la trama.
Al escribir esto sobre Kingdom Hearts recuerdo lo fundamental que es probar las cosas en el momento oportuno y cómo de diferente puede resultar la experiencia si nos equivocamos de momento. Y lo recomendable que es volver a probar algo atrayente pasado un tiempo después de haberlo desechado. Hoy en día hablo de uno de mis juegos preferidos, de los juegos que transmiten, que emocionan, que te hacen reír, llorar, querer a sus personajes, sentir rabia por las acciones equivocadas, aporrear los botones cuando luchas contra quien lo ha provocado todo. El viaje comienza en la Isla del Destino y pasaremos por Ciudad de Paso, El País de las Maravillas, Selva Profunda, Coliseo del Olimpo, Agrabah, Atlántida, Ciudad de Halloween, Monstruo, Nunca Jamás (en honor a la verdad, el barco del Capitán Garfio) y Bastión Hueco, para llegar hasta el Fin del Mundo, donde concluye nuestro viaje con algún que otro giro y guiños al comienzo.
Cuando acabas Kingdom Hearts se quedan muchas interrogantes abiertas y tienes que seguir con la trama. Ahí me alegré bastante de haberme hecho con los tres juegos que por aquel entonces estaban disponibles. Y sobre los que escribiré más adelante en este diario de sueños electrónicos. Curiosamente, esa sensación de tristeza que te entra cuando se acaban las experiencias bonitas no sucede en este caso, porque sabes que va a continuar, pero pienso en qué sucedería si hubiese tenido que esperar (lo que estamos haciendo ahora con Kingdom Hearts 3) y no sé qué es peor si la tristeza por haber acabado un viaje inolvidable o la impaciencia por saber cómo concluye este viaje y si Sora conseguirá ser nombrado finalmente Maestro de la Llave Espada. Sea como sea, lo que parece muy probable es que cuando Square-Enix decida cerrar esta saga (que comenzó Squaresoft), va a dejar un vacío por la ausencia de unos personajes a los que por derecho propio, se les considera compañeros y a los que llamarías amigos si existiesen en la realidad.
miércoles, 23 de marzo de 2016
La infravaloración y Eternal Sonata
No creo en las notas que los "expertos" dan a los videojuegos en los análisis de revistas y sitios webs. Y no creo por la razón, sencilla, de que esa nota representa la percepción individual de una persona con respecto a una creación. Hubo (y digo "hubo" porque ya parece que no lo hay) un tiempo en los que leer los análisis que se hacían en la prensa era algo similar a leer una historia de fantasía. Recuerdo haber leído con el mismo interés que mostraba al leer cualquier novela los artículos de Marcos García (The elf, para el público), Bruno Sol (Némesis, para el público) y José Luis Sanz (J.L Skywalker, para el público). Creo que ellos, en los comienzos de la prensa dedicada exclusivamente a las consolas en España, marcaron un camino que aquel que lo conoció, echa de menos en el panorama actual. No dudo que haya habido otros que hayan enfocado la realización de un análisis bajo este enfoque, pero yo no los conozco. Y sí conozco análisis hechos como verdades absolutas que pueden provocar un chasco platino en el usuario. Luego está el asunto de que un título cale o no entre los usuarios para determinar su éxito. Un videojuego puede tener una nota muy en líneas generales en todos sus análisis y luego ser un bombazo en ventas o un fiasco. Este factor influirá más que ninguno a la hora de determinar si ha sido un fracaso o un éxito. Títulos que no se sabe el motivo, venden muy bien y se pone de moda y títulos que después de un esfuerzo grande por parte de un estudio, no cala, pero que encuentran un público reducido que lo tiene como obras de culto de la que luego los especuladores se aprovechan y lo sueltan a precios desorbitados en Ebay (ejemplo de ese cartucho de Secret of Mana vendido por unos 15.000 Euros)
Quiero escribir sobre un título del que he oído hablar poco pero que me dejó una sensaciones inolvidables. Eternal Sonata.
Todo lo que lleve indicios de J-RPG tiene muchos puntos para atraparme, pero sin embargo, no leí un análisis entusiasta salvo uno allá por 2008 en la revista Super Juegos que hoy ya no está y fue el de la versión Xbox 360. Todo lo que leí sobre la versión de Playstation 3 decían de él que era un juego correcto. Pero tras ver esos escenarios llenos de colores, menciones a Chopin y que fuera un J-RPG, no me hicieron dudar a la hora de hacerme con él. Y no me arrepentí ni me arrepiento, pues aún lo conservo.
Si usara el lenguaje de una forma instintiva y descerebrada y si creyera en un criterio de calidad objetivo y universal, diría que este título ha sido de los más infravalorados de la historia. Aquí se cuenta el último sueño del pianista Fréderic Chopin antes de su muerte. Y el último sueño de este virtuoso del piano es un mundo lleno de luces y de sombras donde él mismo es un personaje que emprende el viaje por dicho mundo. El viaje me parece una delicia visual y sonora, con escenarios coloridos y escenarios sombríos formando un contraste atractivo. El cel-shading de los gráficos le da ese entorno de fantasía que este tipo de aventuras necesita y las melodías reflejan perfectamente el espíritu del compositor dándole un punto emotivo al desenlace de la aventura. El sistema de combate es el típico de los juegos de Bandai-Namco, tienes un tiempo para lanzar tu ataque o tomar decisiones de sanación de tus personajes y debes esperar un tiempo hasta que la barra se rellene y tengas de nuevo el turno de acción. En mi opinión no tiene el dinamismo que te da los combates en tiempo real, pero sí que me parecieron dinámicos y divertidos (joyas posteriores como Ni No Kuni, también de Namco Bandai y desarrollado por Level5), mantienen el mismo sistema de combate). El elenco de personajes es amplio, llegando a juntar a doce personajes diferentes, cada uno con su historia que saben empatizar con el jugador de forma distinta entre ellos. Personalmente, el dúo Polka-Allegreto es mi preferido. Siempre que era posible estaban en mi equipo no porque no hubiera personajes más completos, sino porque me encanta lo que transmiten en equipo. Si uno de los dos me falta, podría prescindir del otro, porque contando con sólo uno, no es lo mismo. Otros personajes que me parecen interesantes son el propio Chopin, Crescendo y Serenata (Sereneda en la versión japonesa). Mi elección era, siempre que fuera posible, Polka, Allegreto y Chopin. Aunque cualquier personaje que llevara en mi equipo me gustaba, aquí no hay personajes que se me hayan atravesado.Durante unas 60 horas que duró este viaje, disfruté de unos escenarios de ensueño y lo más importante para mí, de una historia que se te tatúa en el alma. Cuando vi su análisis en Xbox360, llegué a considerar si merecía la pena para hacerse con la máquina sólo por éste y por Blue Dragon. Al final no lo hice pero celebré enormemente su aparición en PS3, que sí que contaba con ella.
Con Eternal Sonata me ocurrió lo que me ocurre con muchos libros. Cuando se acaba, queda una tristeza reflejo del final de un viaje maravilloso y la duda de si habrá otra ocasión para repetirlo. Y por este motivo, este título es muy grande. Habla alguien que no le dedica tiempo ni a GTA, ni a FIFA, ni a Call of Duty, porque no le transmiten la emoción de las buenas historias. Y todos los análisis que he visto de esos títulos, son de alabanzas. Es por lo que considero tan peligroso halar de incomprendidos o de sobrevalorados. Un análisis sólo refleja una opinión que quizá no sea compartida por nadie más y sólo sirven para saber si lo que plantea este o aquel juego, tiene los ingredientes para que te merezca la pena dedicarle tu tiempo.
domingo, 20 de marzo de 2016
SECRET OF MANA (SEIKEN DENSETSU 2)
Tenía que empezar este empeño de escribir sobre los sueños electrónicos con Seiken Densetsu 2, que aquí conocimos y conocemos como Secret of Mana.
Y tengo que empezar con este título, porque hasta la llegada de Final Fantasy X, ningún videojuego me ha transmitido tanto como éste.
No es mi intención dar datos técnicos y estadísticos. Lo que me interesa de un videojuego, y de cualquier creación en general, es lo que es capaz de transmitir. Y aquel cartucho que compramos entre un amigo y yo en noviembre de 1993 en versión NTSC (la versión PAL aún no tenía fecha, aunque acabó saliendo en febrero de 1994) transmitió muchas cosas.
Hay un dicho con el que uno puede estar de acuerdo o no. Las cosas, si se comparten, saben mejor. Yo sí estoy de acuerdo con el dicho. Y en aquel 1993 lejano, los recuerdos mejores que guardaba en videojuegos eran de los que había podido completar junto a un amigo. Pues bien, Secret of Mana, aumentaba la sensación de compartir al permitir hasta 3 jugadores simultáneos. Cuando se elevaba el interruptor de encendido de la SNES, el pitido típico de Square Soft (maldita la hora en la que se le ocurrió fusionarse con Enix, ya que se perdieron dos grandes compañías y nació una que ha perdido la esencia de las antiguas) te atrapaba y la melodía Fear of the Heavens te envolvía en lo que en aquel momento llamamos sin lugar a dudas "magia". Ves la escena en la que el personaje principal (al que podíamos llamar como quisiéramos pero que en la versión reciente para Android aparece con el nombre de Randi) sacaba la espada de la piedra, se desataban los males y todo comenzaba. Tras su destierro, sabes que tienes que encontrar las ocho semillas diseminadas por los confines del mundo y, por supuesto, ya estás preparado para empezar la búsqueda. Comienzas a controlar al personaje principal y puedes apreciar la fluidez de movimiento y la respuesta rápida a tus órdenes que ofrece el personaje. La sensación de viajar por unos escenarios coloridos y bien detallados a ritmo de A Curious Tale había causado una sensación inmejorable y sabíamos que queríamos saber qué ocurriría en el siguiente paso que se diera. Recorremos esos escenarios con la idea de que sería genial vivir en un lugar como ese y de repente, unos goblins nos atrapan y nos meten en una olla para ser servidos como plato principal. Por fortuna van a hacer la danza de inicio y aparece una chica por allí que nos salva. Tras un diálogo breve, se marcha. La seguimos hasta el castillo y la encontramos al salir de una habitación donde parece haber habido una discusión grande. Entonces nos pide que le devolvamos el favor de habernos salvado la vida y la acompañemos a salvar a Dyluck, que se ha perdido en una misión, y tras ponerle un nombre y quitarle el de GIRL (en la versión Android aparece el de Primm), se une a nosotros. Ahora ya pudimos jugar los dos, uno con cada personaje y seguimos avanzando. La historia nos lleva hasta una cueva donde encontraremos al tercer personaje y donde nos enfrentaremos al primer jefe final de los muchos que aparecerán a lo largo del juego. Con Sprite con nosotros (en la versión Android también aparece este nombre), se abre la posibilidad de que otro jugador se sume a la experiencia y comienza una de las historias más bonitas que he vivido con un videojuego. Ofrece muchas oportunidades de desarrollo de los personajes; no sólo se puede subir el nivel del personaje sino que cada arma, que podemos ir intercambiando entre los personajes, tiene su nivel que iremos subiendo a medida que subamos sus orbes y vayamos derrotando enemigos, por lo que completar esta historia al 100% puede ser cuestión de mucho tiempo. A lo largo del mapa, veremos escenarios preciosos donde la naturaleza está presente. También todas las condiciones del clima, desde páramos nevados hasta desiertos y en cada lugar, se unirá a nosotros el espíritu elemental de la zona, para que nuestra chica use hechizos curativos y Sprite use hechizos de ataque. Tareas y posibilidades es lo que no falta en este cartucho veterano que, al menos a mí, me sigue pareciendo tan maravilloso como el primer día a pesar de sus más de 20 años.
Secret of Mana tuvo una acogida excelente por parte de la prensa y de los jugadores y bajo mi punto de vista merecida. Los juegos que han seguido de la saga Mana, no han calado con tanta intensidad, aunque a mí me han seguido parecido muy buenos, tales como Sword of Mana (GBA) o Children of Mana (NDS). Imagino que se debe a la falta de impacto que sí que tuvo este juego por la falta de aventuras que por aquel entonces "sufríamos" los europeos. Si bien es cierto que ninguno, de momento, ha conseguido repetir las sensaciones que dejó Secret of Mana, son aventuras que cualquier aficionado a ellas debería probar.
Secret of Mana se puede encontrar hoy en IOS, Android, la consola virtual de Wii (en la de WiiU inexplicablemente no está) y a precios desorbitados el cartucho original por Ebay, que por cierto, imagino que la pila de guardado estará fundida y habrá que cambiarla.Si no me creéis mirad esto: http://www.sealedvideogames.net/2012/01/29/pal-snes-secret-of-mana-sells-for-10100-gbp-about-16000-mega-man-2-for-2085-gbp-3266. 16000 euros por él, vamos que tengo que estar trabajando un año para pagar el juego... Por supuesto, en los muchos emuladores para Windows se puede disfrutar esta ROM incluso traducida al español. Posibilidades de probarlo hay muchas y yo que tú, no dudaría en hacerlo.
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